Sin duda, los episodios de diarrea de los niños son momentos angustiosos para sus padres, ya que estas evacuaciones frecuentes pueden ocasionar que los pequeños se deshidraten. Sin embargo, si se atienden a tiempo y se siguen las indicaciones médicas, no revisten mayores complicaciones.

Cómo se contagia y se manifiesta la diarrea, cuál tratamiento se debe seguir y algunos consejos para contrarrestar la deshidratación son los temas que ABC del Bebé trató con la doctora india Keya Lahiri, pediatra alergóloga e investigadora internacional, experta en la prevención y tratamiento de la diarrea, que estuvo en Colombia por invitación de una firma farmacéutica.

¿Qué origina la diarrea?
Casi siempre es un agente infeccioso, que puede ser bacteriano o parasitario, pero básicamente es causada por un virus; de hecho, la diarrea viral es la más frecuente.

En el caso de los niños es la gastroenteritis la principal causa de diarrea.

¿De qué forma se adquiere?
Los virus están en todas partes. Pueden provenir de alimentos contaminados o preparados con poca asepsia, agua no potable o contacto con animales, entre otras fuentes de infección.

¿Se puede prevenir la diarrea?
No existe una forma exacta de prevención, pero sí se pueden realizar acciones que minimicen el contagio.
Por ejemplo, los padres deben mantener una muy buena higiene en su hogar, en especial con la manipulación y preparación de los alimentos. Igualmente, deben lavarse constantemente las manos: cuando vuelvan a casa de la calle, antes y después de cambiar al bebé, y antes y después de preparar los alimentos.

Además, mantener a los niños siempre aseados, con un baño diario, ropa limpia y utilizar agua potable. Todos estos aspectos disminuyen la posibilidad de que los niños pequeños sufran de diarrea.

¿Cómo se presenta?
Se reconoce porque el pequeño aumenta en número sus evacuaciones diarias llegando a más de cuatro, y las heces pierden consistencia hasta volverse líquidas.

En condiciones normales, la diarrea puede durar de tres a cuatro días, y termina cuando el sistema digestivo y la flora intestinal se han recuperado de nuevo. Al año pueden presentarse hasta cinco de estos episodios diarreicos.

Es bueno anotar que existe también la enfermedad diarreica aguda o diarrea aguda, la cual se presenta igual que la diarrea común, pero que puede llegar a durar hasta 14 días. Esto es muy delicado, pues lleva a la deshidratación por pérdida de sales y agua del organismo o a la desnutrición, porque el niño pierde apetito y se descompensa.

¿Cuáles son los síntomas de alerta para ir al médico?
Si el niño deja de comer, ya sea lactante o si tiene más de seis meses y no recibe alimentos de la nueva dieta; si llora sin tener lágrimas, su saliva se vuelve muy espesa y la boca está seca, presenta ojos hundidos, está pálido y muy débil, usted debe llevar de inmediato a su hijo al pediatra o centro de salud de urgencias.

¿Qué consecuencias trae la enfermedad?
Lo más complicado de esta enfermedad es que puede haber desequilibrio hidroelectrolítico, que consiste en la concentración de agua, sales minerales y elementos químicos que mantienen un equilibrio determinado en la sangre, y que si se altera debe llevar a una hospitalización inmediata para hacer seguimiento e iniciar el tratamiento adecuado. Si no se atiende a un niño ante esta situación corre el riesgo de morir.

¿Qué tratamiento se debe seguir?
Lo más seguro es que el procedimiento médico para atacar la diarrea incluya una solución de rehidratación oral y se administre zinc y probióticos, para lograr revitalizar la flora intestinal (microbiota) que se ve muy afectada con estos eventos de diarrea.

En la India tenemos una incidencia muy alta de diarrea, pero desde que se están utilizando acciones coordinadas, se educa a las madres para que sepan cómo asistir a sus niños en casa, y desde que se les suministra oportunamente este tratamiento, las cifras han descendido significativamente.

¿Qué dieta recomienda para después de un episodio de diarrea?
Si el niño tiene menos de dos años, la leche materna no debe suspenderse en ningún momento, incluso cuando el niño tiene diarrea hay que seguir suministrándosela y en la frecuencia que le corresponde por su edad.

Si es mayorcito y ya recibe alimentación complementaria, hay que darle puré de papa, banano, mezcla de arroz con lentejas y mucho líquido para remplazar el que ha perdido con la diarrea. Todo esto le ayudará a cicatrizar el intestino y actúa como suavizante.

Nunca deje de alimentarlo, pues no puede caer en el ayuno. Obvio, después de un episodio diarreico, el niño no querrá recibir alimento o no en las mismas cantidades que está acostumbrado, pero poco a poco irá recuperando el apetito.

No olvidemos que la rehidratación oral corrige el desequilibrio hidroelectrolítico, que es básico para la vida del niño, pero no sana el intestino, para su cicatrización y la población de flora nueva y sana, se requieren probióticos y zinc.

¿Qué papel juegan los probióticos?
En el manejo de la diarrea su función es la de regenerar la flora intestinal y cicatrizar. Existen distintos tipos de probióticos, por ejemplo, el utilizado en el tratamiento de la diarrea es el Bacillus clausii.

Lo que si no deben suministrar son antibióticos, porque barren del organismo todas las bacterias, tanto las malas como las buenas. Además, en el primer año de vida, la diarrea es viral, entonces no se necesitan los antibióticos y lo indicado es recetarlos, de ser necesario, después de los 12 meses de vida.

ASTRID LÓPEZ ARIAS
ABC del Bebé

Tomado de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/abc-del-bebe-sintomas-de-diarrea/16588138
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